Todo cambia. Nadie puede resistirse al cambio. Resistirse al cambio es como resistirse al paso del tiempo. El cambio es la esencia de las cosas, de nosotros, del universo.

El cambio es una cuestión de tiempo. De tanto mover el árbol al final la fruta siempre cae. Y cuando el cambio llega no deja lugar a dudas. Cambia todo, arrasa, transforma.
El cambio es la esperanza en la desesperanza. Es confiar en que eso, como todo, también cambiará.
El cambio es la esperanza en la desesperanza. Es confiar en que eso, como todo, también cambiará.
Madurar es tal vez aceptar los cambios que vienen con el tiempo y saber cuándo es tiempo de cambiar.